Por: Carolina Tobón Ramírez
Las dos semanas de la Escuela Itinerante del PAFD fueron más que solo una actividad académica. Al final del viaje, varios participantes compartieron palabras de agradecimiento con el resto del grupo, no sólo por la organización de las actividades, sino también por las experiencias vividas y la disposición de todos a compartir e intercambiar. “…estos días maravillosos que vivimos compartiendo experiencias, conocimiento, sentimientos e historias los llevaré siempre en el corazón. Gracias por ser todos tan hermosas personas y por coincidir conmigo, de manera tan bella, en este momento de la vida…” expresó Ana Quintero, becaria del PAFD, estudiante de maestria de la Sede Bogotá de la UNAL. Ana también reflexionó sobre las similitudes entre las historias coloniales de África y América Latina: “También comprendí que africanos y latinoamericanos compartimos un pasado colonial que ha definido nuestro devenir, y que es nuestra responsabilidad develar las creencias, prácticas, conocimientos, e incluso emociones, que siguen atravesadas por la colonialidad. Este es, desde mi punto de vista, el principio de la emanipación y de la soberanía de nuestros territorios“. Jeffrey Prieto, también becario del PAFD, estudiante de maestría de la sede Medellín de la UNAL reflexionó también alrededor de la conexión Sur-Sur refiriéndose al concepto de Ubuntu y a la actual vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez quien introdujo este concepto en la frase “Soy porque somos” que da nombre a su partido político. “Ahora, pasado el final de la escuela lo entiendo de esta manera, que somos en la medida que el otro también pudo ser, que la humanidad y empatía con que nos acercamos a los demás son fundamentales para conseguir el bien común que a la final, es nuestro propio bien”, comentó Jeffrey.
La escuela itinerante fue también un espacio de reflexión alrededor de los procesos de transformación desde diferentes escalas. Jeffrey, por ejemplo, se refirió a la transformación de la misma escuela durante estas semanas expresando: “…la escuela fue algo que cobró vida propia, era fuerte y resiliente, y se movilizó a un estado más complejo que nos atravesó, profesional, académica y emocionalmente“. Ana, por su parte, habló desde una perspectiva más global sobre la necesaria transformación cultural para superar los principales retos que tenemos como humanidad: “Una transformación cultural, aunque imprescindible, requiere de un tiempo que ya no tenemos. Estos días en la escuela me permitieron entender que mientras nos transformamos como humanidad, podemos emplear acciones prácticas desde el ordenamiento del territorio, la educación ambiental, programas gubernamentales orientados hacia el decrecimiento y estrategias que le apunten a la soberanía y autonomía de los territorios“. Rafael Serrano, estudiante de pregrado del campus de La Paz, considera que aquellos días en la escuela generaron una transformación para todos los que asistieron: “Creo que ya el pensamiento sobre las formas en la que habitamos esta tierra es diferente, sensible, crítico y de alguna manera consciente en pensarse dinámicas más responsables con las que afrontamos los días”.
“Comparto esta postal del río Guatapurí como agradecimiento a todas las experiencias compartidas durante la escuela itinerante y a todas las personas encargadas de organizar tan bonita actividad “. Rafael Serrano, estudiante pregrado UNAL La Paz
Uno de los principales retos de esta Escuela Itinerante fue el idioma. El idioma principal de los colegas de Ghana es el inglés, de Benin y Niger, el francés y en Colombia, siendo el español el idioma nativo, existe todavía un gran vacío en el aprendizaje de un segundo idioma, por lo tanto, es difícil para algunos estudiantes colombianos recibir una clase en inglés e incluso mantener una conversación. Lo mismo ocurre con algunos profesores. Sin embargo, la motivación y el espíritu de intercambio entre todos los participantes superó cualquier barrera y la comunicación y los diferentes intercambios fueron posibles. Además, la exposición a la que se sometieron los estudiantes, especialmente los colombianos, durante este tiempo permitió que avanzaran en el manejo del inglés y muchos de ellos mejoraron notablemente sus habilidades comunicativas. También los estudiantes y profesores de Ghana, Benin y Niger, hicieron notables esfuerzos para aprender palabras y expresiones básicas del español, idioma con el que no habían tenido nunca contacto.
Tatiana Niño, otra de las becarias del PAFD estudiante de maestría en el IDEA en la sede UNAL Bogotá, se mostró muy agradecida con los organizadores y profesores por su pasión y dedicación, pero también con sus compañeros, “… que por muchas barreras que se presentaran, conseguíamos superarlas para entendernos de alguna manera“. Al final, el idioma no fue realmente una barrera e incluso inmersos en este reto se consiguió el propósito del intercambio intercultural y académico que se buscaba. Además, surgió un sentimiento de colectividad y solidaridad. “Así mismo, trascender de un espacio académico a un escenario de reconocimiento colectivo, donde las y los otros nos convertimos por un par de semanas en una enorme familia donde nunca hubo límites, ni siquiera idiomáticas, fue una experiencia maravillosa“, expresó Jeison Chaparro, estudiante de maestría de la sede Amazonas de la UNAL. Maxwell Anamdare Asale, estudiante de maestría de la UDS en Ghana también resaltó las conexiones creadas con los estudiantes colombianos y el sentimiento de comunidad que surgió de estas conexiones: “Lo que lo hizo verdaderamente especial [la escuela] fueron los contactos que hice con estudiantes de orígenes muy diversos. Compartimos ideas, risas y aventuras, creando un sentimiento de comunidad que me hizo sentir como en casa”. Lucas Badua, también estudiante de maestría de la UDS, por su parte expresó: “El intercambio de ideas y perspectivas entre los participantes ghaneses y colombianos fue muy valioso y fomentó un sentimiento de solidaridad global y comprensión mutua“.
Para muchos estudiantes de Colombia, Ghana y Benín, esta experiencia se convirtió en la oportunidad de exponerse en contextos internacionales y viajar por primera vez desde sus lugares de residencia. Además de la posibilidad de conectar con personas de otro continente, lo que para muchos de ellos, significaba algo que jamás podían imaginar. Los estudiantes colombianos tuvieron la oportunidad de conocer acerca del oeste africano a través de su gente y las dinámicas y experiencias que ellos transmitieron y los estudiantes africanos tuvieron la posibilidad de conocer un poco de Colombia, especialmente de la región, de su gente y su cultura durante estas dos semanas de actividad. “Colombia, me has robado el corazón con tu gente cálida, tu rica cultura y tu impresionante belleza” fueron las palabras de Maxwell al referirse a la experiencia de visitar Colombia mientras que Delight Fafa, también estudiante de maestría de la UDS señaló que con la experiencia de la Escuela Itinerante tuvo la oportunidad de aprender mucho sobre Colombia a través de las presentaciones en clase y las excursiones. “Admiré especialmente el ambiente sereno de Pueblo Bello y sus esfuerzos en agricultura. Hice muchos amigos y muchos recuerdos durante estos días. La Tambora aún resuena en mis oídos“, concluyó Fafa.
La Segunda Escuela Itinerante del PAFD se convirtió sin duda en una experiencia que trascendió la dimensión académica a una emocional y transformadora para sus asistentes y que amplió su mirada retándolos a pensar más allá de sus fronteras disciplinarias. Lucas, economista agrícola como todos sus colegas resaltó que esta escuela “fue una experiencia transformadora que amplió mi comprensión de las cuestiones ecológicas y agrícolas y puso de relieve el papel fundamental del intercambio cultural en el fomento del desarrollo sostenible“. “Navegamos por las complejidades de nuestros estudios y celebramos la diversidad de nuestros orígenes. En cada conversación y esfuerzo de colaboración, tejimos un tapiz de amistad y respeto mutuo que trasciende las fronteras” fueron palabras del Dr. Isaac Gehrson, coordinador del programa WAC-SRT en la UDS de Ghana.
Finalmente, la perspectiva comparada entre Ghana y Colombia de la que emergieron un sinnúmero de discusiones y reflexiones en torno a diferencias pero sobre todo a similitudes entre estas regiones es uno de los caminos que permitirá aunar esfuerzos para continuar con este tipo de iniciativas de colaboración Al respecto reflexionó Gilbert Dagunga, estudiante de doctorado de la UDS: “saber lo parecidos que somos en tantos aspectos es algo que realmente apreciamos y que marcó el ritmo para crear redes y colaboraciones duraderas“. Dar continuidad a este tipo de experiencias no es un camino fácil, porque supone dificultades y retos de muchos tipos, especialmente en términos financieros y migratorios, como bien lo experimentamos en este caso especialmente en el tema de migración. A pesar de ello, esperamos encontrar formas de continuar y ampliar las actividades de colaboración entre los socios del PAFD, del WAC-SRT y la UNAL sede de La Paz.
“El evento ha sido un éxito total. De hecho, además de la oportunidad de capacitación para nuestros estudiantes, ha sido una tremenda oportunidad para compartir y crear interconectividad entre las tres regiones (América del Sur, África Occidental y Europa). Espero que encontremos la manera de mantener esta importante iniciativa” – Prof. Dr. Dr. Adamou Rabani.
Agradecemos a todos los participantes por su disposición y participación, a todos los organizadores y colaboradores en la sede UNAL de La Paz que dedicaron su tiempo y energía a que las cuestiones logísticas y técnicas fueran exitosas durante las dos semanas de intensa actividad. Extendemos un agradecimiento especial al Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD) por su financiación, sin la cual esta experiencia de intercambio académico y cultural no hubiera sido posible.